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“Dear Doctor” es otra ilustración del mordaz humor negro de Mick Jagger. El escenario se desarrolla con toda probabilidad en el sur de los Estados Unidos, donde el bourbon es la bebida preferida. Un chico tiene que casarse, definitivamente en contra de su voluntad, ya que no hay nada muy agradable en su futura novia, a quien se describe como una cerda de piernas arqueadas. El futuro novio está deprimido. Acude a su médico y a su madre, ninguno de los cuales puede hacer mucho por él. Sin embargo, esta depresión se convierte en alivio cuando lee una nota que le dirigió su prometida: Cariño, lamento lastimarte/Pero no tengo valor para hablarte a la cara/Pero estoy en Virginia con tu primo Lou/ Resultado: No habrá boda hoy.
Este no matrimonio entre dos personas que no se aman es tanto más alentador por la música que lo acompaña en la antigua tradición hillbilly. Mick Jagger llega a asumir un acento sureño para darle a la historia un aire de gran cinismo. Mick Jagger: “Las canciones country, como ‘Factory Girl’ y ‘Dear Doctor’ en Beggars Banquet eran realmente pastiche. De todos modos, hay un sentido del humor en la música country, una forma de ver la vida con humor, y creo que sólo estábamos reconociendo ese elemento de la música”.
