“Las cosas no son lo que parecen”, cantaba Jagger en Sister Morphine allá por 1971, y si bien no se refería exclusivamente a las canciones, el concepto podría aplicarse perfectamente a la historia de Start Me Up, que comenzó siendo una canción en ritmo de reggae bajo el título original de ‘Never Stop’. Sin dudas de por sí ya tenía una melodía lo suficientemente fuerte como para mantenerse en el tiempo y transformarse años después en la canción “rock” que finalmente vio la luz en 1981 en el álbum Tattoo You, cambios de melodía y ritmo mediantes (principalmente gracias al aporte del clásico riff de guitarra de Keith)
Grabada: Musicland Studios, Munich, Alemania, entre el 25 de marzo y el 4 de abril de 1975 (re-descubierta en 1978, antes de que se convierta finalmente en ‘Start Me Up’)