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Canciones de The Rolling Stones: Can’t Be Seen

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They set us up so they can shoot us down/ Put us six feet underground/ It’s just too deep for me, baby…

Escrita por: Jagger/Richards
Grabada: Air Studios, Montserrat, 29 de marzo-abril de 1989; Olympic Sound Studios, Londres, Inglaterra, 15 de mayo-29 de junio de 1989
Músicos invitados: Chuck Leavell (órgano y piano), Matt Clifford (clavinet), Luis Jardim (percusión), Bernard Fowler (coros)

Del libro Rolling Stones – La Historia Detrás de sus 365 Canciones:
“Can’t Be Seen” es una canción de Keith Richards interpretada por… Keith Richards. No me pueden ver contigo… Es demasiado peligroso, nena… En Life, explica que esta canción describe los primeros indicios de su relación con Anita Pallenberg, que se mantuvieron en secreto para el desafortunado Brian Jones. Veinte años después, aquí vuelve al tema del famoso viaje a Marruecos, donde todo empezó. Particularmente reveladora de las consecuencias de esta incipiente historia de amor, Keith transforma “Can’t Be Seen” en una canción no sólo sobre el amor clandestino, sino sobre el amor prohibido: Sí, fue solo un sueño contigo/Sí, porque estás casada, de todos modos.

En esta canción, es casi seguro que Keith Richards también se remonta a la relación entre Bill Wyman y Mandy Smith. Cuando el bajista de los Stones conoció a Mandy en 1983, ella solo tenía trece años. Su relación permaneció en secreto hasta que los tabloides se enteraron en 1986 y acusaron a Bill Wyman de ser un peligroso corruptor de la juventud. Este nuevo escándalo dentro del universo de los Stones llegaría a su fin con el matrimonio de Bill y Mandy (¡durante la mezcla de Steel Wheels!)

Keith luego revelaría que “Can’t Been Seen” es una de las dos canciones escritas por él (la otra es “Before They Make Me Run” en Some Girls) que demandaron la mayor parte del tiempo en el estudio, con Keith compartiendo guitarra rítmica con Ron Wood. Él mismo toca los pasajes del solo, introduciendo algunas frases nuevas que están muy lejos de los licks al estilo de Chuck Berry que siempre habían caracterizado sus solos en el pasado. Incluso adopta efectos de heavy metal y busca la velocidad con más frecuencia de lo habitual en su forma de tocar.

La verdadera fuerza de la canción, sin embargo, radica en su interpretación vocal, probablemente una de las más exitosas hasta la fecha. Llega hasta los agudos con potencia y convicción, y siempre con cierta alegría en la voz. Charlie y Bill construyen una base rítmica de primer nivel, acompañados por Luis Jardim en la percusión, sobre todo una pandereta magistral. Chuck Leavell abre la canción en órgano (¿un B-3?) y también brinda apoyo en el Wurlitzer, al igual que Matt Clifford en el clavinet, aunque esto apenas se puede escuchar. A pesar de su evidente dinamismo, “Can’t Be Seen” nunca despega realmente, como resultado de sus deficiencias compositivas. the rolling stones can’t be seen