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Canciones de los Rolling Stones: Monkey Man
Well, I hope we’re not too messianic, or a trifle too satanic/ We love to play the blues…
Título original: Positano Grande
Escrita por: Jagger/Richard
Grabada: Olympic Sound Studios, Londres, Inglaterra, 17-22 de abril / 5 de junio-7 de julio de 1969
Músicos invitados: Nicky Hopkins (piano), Jimmy Miller (pandereta)
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Más sobre Monkey Man de los Rolling Stones
*Por Marcelo Sonaglioni

El enigma detrás de Monkey Man
La letra de Monkey Man deja la puerta abierta a múltiples lecturas, lo que la convierte en una de las piezas más intrigantes del repertorio de los Rolling Stones. Algunos oyentes sugieren que Mick Jagger podría estar describiendo un viaje psicodélico, influenciado por sustancias como el LSD o la heroína, en el que el “mono” —como se dice en España para referirse al síndrome de abstinencia— simboliza la lucha interna de un adicto intentando escapar de su propio hábito. En esta interpretación, la canción se convierte en una pesadilla surrealista, poblada de monstruos y sombras.
Otros, en cambio, la ven como una respuesta punzante a los medios de comunicación, que durante años buscaron desacreditar a la banda. Sumado a esto, el peculiar estilo de Jagger sobre el escenario siempre generó comentarios; quizá la figura del “hombre mono” sea, en parte, una exagerada caricatura de sí mismo, usada con ironía y provocación.
Entre lo sagrado y lo profano en Monkey Man
En esta canción, el protagonista dice haber sido “mordido y sacudido por todas las ratas de este pueblo,” dejando claro que se siente traicionado y angustiado. También hay guiños a los dos discos anteriores de los Stones, Their Satanic Majesties Request y Beggars Banquet. En la segunda estrofa Jagger canta: “Espero que no seamos demasiado mesiánicos o un poco demasiado satánicos,” lo que podría ser una reflexión sobre cómo la gente percibe a la banda. Luego remata con un claro “¡Amamos tocar blues!” reafirmando su pasión por el género. Con esta mezcla de referencias, la canción parece jugar con la idea del bien y el mal, lo sagrado y lo profano, mientras los Stones cuestionan su propia imagen y la forma en que el público reacciona ante su música. ¿No es, en el fondo, un debate sobre la dualidad que siempre ha rodeado su arte?
El toque invisible de Nicky Hopkins en Monkey Man
El inconfundible sonido del piano en esta canción es obra de Nicky Hopkins, un músico brillante cuya huella está presente en muchas de las mejores grabaciones de los Rolling Stones. Tanto él como Ian Stewart fueron piezas clave en el desarrollo del sonido de la banda, aportando su virtuosismo en el piano y los teclados en innumerables sesiones de estudio y presentaciones en vivo.
A pesar de su enorme talento y su constante colaboración con los Stones, nunca fueron considerados miembros oficiales del grupo, quedando siempre en un discreto segundo plano. Sin embargo, su influencia en la música de la banda es innegable, añadiendo una profundidad y riqueza instrumental que definió muchos de sus clásicos. Aunque sus nombres no figuren en la alineación oficial, su legado sigue vivo en cada acorde y en cada canción en la que dejaron su marca.
Inspiración en la costa de Amalfi y un sonido cinematográfico
¿Dónde compusieron Jagger y Richards esta canción? Nada más y nada menos que en la increíblemente pintoresca costa de Amalfi, en Italia, un lugar que seguramente inspiró algo único. De hecho, el nombre original de la canción era Positano Grande, en honor a uno de los hermosos pueblos de esa costa, pero al final decidieron que no tenía el toque comercial que buscabanLo interesante de esta canción es que se aleja totalmente del estilo clásico de los Rolling Stones. En lugar de su característico sonido de rock, la pieza explora un paisaje sonoro completamente nuevo, algo más experimental y menos convencional. Es como una atmósfera de cine, evocando sensaciones que podrías encontrar en una banda sonora de thriller, con ese toque inquietante y lleno de tensión.
Y lo curioso es que, además de eso, tiene un aire que recuerda a las melodías de ciencia ficción, con una vibra espacial que te transporta a otro mundo. Esta canción no es solo una canción más de los Stones, es casi como una pequeña película en forma de música. De hecho, la canción fue utilizada en la famosa película Goodfellas (1990), dirigida por Martin Scorsese. Se escucha durante una de las escenas más icónicas, cuando los mafiosos se adentran en el mundo del tráfico de cocaína.
Monkey Man en vivo: 25 años de espera recompensada
Los fans de la banda tuvieron que ser muy pacientes para escuchar esta canción en vivo, ya que pasaron nada menos que 25 años antes de que la interpretaran en un concierto. Durante todo ese tiempo, la expectativa creció, y los seguidores de los Rolling Stones se preguntaban si alguna vez tendrían la oportunidad de escucharla en el escenario. Finalmente, en 1994-1995, durante el Voodoo Lounge Tour, la banda sorprendió a sus fanáticos al incluirla en su repertorio en vivo. Este momento fue muy esperado y marcó un hito en esa gira, ya que los Stones decidieron revivir una pieza que, aunque no había sido parte habitual de su setlist, siempre tuvo un lugar especial en el corazón de los seguidores.
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Categories: Canciones















